Un día llegas a la oficina, te pones a trabajar y te ves con pocas energías, desmotivado y muy cansado. Sin embargo, al día siguiente te sientes productivo, enérgico y concentrado. ¿Por qué hay días dónde nos sentimos más productivos y días que no? Aquí os contamos cuál es el porqué.
Según una investigación realizada por Redbooth, un fabricante de software en gestión de flujos de trabajo, los lunes son los días donde se encuentran los momentos más productivos de la semana.
Durante el año 2017 hasta el 2019, Redbooth realizó un análisis de productividad a cientos de miles de empleados durante un período de dos años, para comprobar los niveles de productividad en las empresas. Durante esa investigación descubrió que, siendo el lunes el día más odiado de la semana, también es el más productivo laboralmente.
Aunque no sea a ciencia cierta, podemos entrever por qué esta teoría podría estar en lo correcto. Los lunes empezamos con las energías renovadas después del fin de semana. Además, los lunes nos transportan al inicio de una semana llena de incógnitas y nuevos eventos; y eso provoca que mucha gente se plantee cómo afrontará la semana venidera. Tiene sentido hacerlo el lunes, que no el jueves, ¿no? Asimismo, una vez es lunes, a la mayoría de trabajadores les gusta afrontar la jornada laboral con más fuerza.
En cambio, los viernes son los días menos productivos (sin contar el fin de semana, claro), al estar tan cerca de un merecido fin de semana. Después de una larga jornada laboral, se nota el cansancio y la pesadumbre de estar en la oficina. Durante el viernes sólo pensamos en la hora de salida y los planes del fin de semana. ¿Os pasa?
Aún hay más, y es que Redbooth también analizó las horas de mayor y menor productividad en las empresas. A lo largo del día, las primeras horas de la mañana son las más productivas, entre las 9 y las 12; mientras que después de comer, los usuarios son menos activos y, a partir de las 4, ya no se recupera la energía de la mañana.
A raíz de estas investigaciones, hay empresas que ya están planteando acotar la carga horaria en una semana laboral de cuatro días. Y es que, en Nueva Zelanda, Holanda y Suecia, este método ya está dando sus frutos, haciendo que los trabajadores sean más productivos y estén más motivados.
De esta investigación podemos entender que las primeras horas laborales son las más productivas y, las últimas las que menos. Además, aunque no lo parezca, los lunes son los días dónde nos sentimos más concentrados y motivados. En cambio, a partir del jueves, la motivación se transforma en ansia para que llegue ya el fin de semana.
Finalmente hay que entender que esta estadística no se aplica universalmente. Cada persona tiene sus momentos de motivación y sus días de más productividad. De todas formas, lo que podemos confirmar con toda seguridad, es que trabajar después de comer se nos hace cuesta arriba. ¿Vosotros lo habéis notado así? ¿Tenéis un día en concreto dónde seáis más productivos?
